lunes, 11 de junio de 2012

Capitulo 8
POV Sara:
Seguía en la tienda, aburrida mortalmente, y muerta de hambre. "¿Cuándo llegará el repartidor?" pensé.
Miré un par de revistas viejas de por ahí, hasta que me llegó el mensaje de Celia que me alegró el medio día. Decía que estaba con Lucas, ¿pero dónde? Comencé a molestarla por puro placer.
Mensajes:
S-¿Donde estáis?
C- En un restaurante muy pijo.
S-¿Y qué hacéis?
C-Elegir comida.
S-¿Ya te aclaras?
C-Más o menos, y ahora déjame.
S-Que te lo has creído, ¡Celia y Lucas debajo de un pino se estan dando un piquito!

Seguí molestándola a base mensajes, aunque ella ya no me respondiera. La verdad es que me costaría dinero, pero bueno, para eso estaba todo el día ahí. Al cabo de un rato llegó el repartidor de pizza y me trajo una margarita del tamaño del aro de una choni.
Jamás me la acabaría así que quizás le daba algún trozo a mis nuevos amigos, los animales disecados. Pasado un rato comencé a hablar sola, ya que como aquí se abría a partir de las 5 tenía todo el tiempo para aburrirme y volverme loca.

-Esto es taan aburrido, miraré las estanterías en plan turista.- comencé a mirar los botes de insectos y bichos y la verdad, fue como ver la tienda con otros ojos aunque en cierto modo así fue porque me prové todas las mascaras.
-¡Sara! estás horrible.-me dije a mi misma mirándome al espejo con un gorro de leprehaunt en la cabeza.
Más tarde entablé conversación con el oso que había al lado del mostrador:
-¿No tienes frío todo el día quieto?-le pregunté- Pues claro que sí, toma Pepo,te dejo mi gorra de leprehaunt.
- (Silencio)
-No hay de qué- finalicé la conversación como si fuese la cosa más normal del mundo. Hablar con un oso gigante disecado llamado Pepo.
Cuando ya me había comido tres cuartos de pizza llamé a mi amiga haber que hacía.
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POV: Celia

- En realidad trabajar contigo es genial- dijo Lucas, haciendo que soltara un risita tonta- Quiero decir... Mejor una española como tú a una inglesa como las que hay por aquí.
- Ah, gracias- dije riendo- A mi también me encanta trabajar contigo
- Deberíamos quedar más- dijo con una sonrisa en la cara
- ¿Eso es legal? Eres mi jefe
Hizo un gesto con los ojos y nos reímos.
Cuando las risas terminaron, comenzó a ser incómodo, porque solamente nos mirábamos, y nadie sacaba tema. Hasta que llamó Sara.
Por un lado fue un alivio.
- ¿Qué quiere la señora?- solté.
-Estoy hablando con un oso disecado, así que un respeto que del aburrimiento me estoy volviendo majara.
-Ah...- Y colgué de golpe.
Lucas me miró sorprendido, seguro que pensaba que era una borde.

POV: Sara

-Pero será borde, y luego soy yo la del mal humor...-me dije para mí misma volviendo a marcar el teléfono dispuesta a echarle la bronca del día.

POV: Celia

- Em, lo siento, es mi amiga la pesada- dije riendo
- Estaba diciendo que... Nos vemos cada día en la tienda pero tendríamos que planear algo, no sé, podemos quedar un día de estos. Si no te importa, claro.
- Bueno, ¿Iremos juntos al concierto, no?
- Ya, pero iremos con tu 'amiga la pesada'- dijo sonriendo
En ese momento me sentí un poco retrasada, porque no entendí nada hasta el final. Y entonces volvió a llamar Sara.

-¡CELIA, ME VUELVES A COLGAR ASÍ Y TE JURO QUE TE HUNDO EL NEGOCIO!-soltó mi amiga dejándome sorda- Bueno, ya me he desahogado, volveré a repetir, ¿qué haces?-siguió como si nada.
- No es mi negocio- dije tranquilamente
- Pues el de tu novio- dijo
- En fin, delfín...- Y efectivamente, colgué de nuevo
Esta vez, Lucas se limitó a reír.
- ¿Qué querías decir?- dije
-Nada, déjalo- dijo- La semana que viene te iré a buscar para el concierto, ¿Me das tu dirección?
- Sí, claro
En ese momento llegó el camarero con dos platos diminutos. Soltó una palabreja en francés y los dejó delicadamente sobre la mesa.
- ¿Te arriesgas?- me dijo Lucas
- ¿Eso es un reto?- Cogí el tenedor de diseño y probé aquella 'delicia'.
Acabé escupiendo a mi acompañante. Era realmente asqueroso.
- Perdón, perdón, perdón- Dije cogiendo una servilleta y ayudándolo a limpiarse
Él se rió. Me encantaba que lo viera todo de forma positiva.
- No pasa nada- Probó un poco de su comida y me escupió a mi- ¿Venganza?
Nos reímos y comenzamos una guerra de comida en el restaurante más caro de Londres.
No sabíamos que nos dirían, ni cómo pagaríamos la comida, pero juntos estábamos bien.

POV Sara:

Al final me dí por vencida y dejé el móvil encima del mostrador, y en una arrebato de ideas, puse música clásica en un toca discos antiguo y comencé a bailar un vals con Pepo. En realidad, lo tenía que mover del sitio, porque a los animales disecados había que cambiarlos de lugar semanalmente. Aún así me lo tomé a broma y seguí bailando. Cuando fuí a moverlo, me costó un poco así que lo volví a resposar sobre el suelo.
-Querido, pesas más que un collar de melones- le solté sin más.

Lo volví a coger, pero algo en mi espalda cedió y dí un resbalón hacia atras, provocando que el oso se cayera encima mío. Estaba immovilizada, no podía mover nada más que mi brazo derecho, forcejée todo lo que pude pero aquel bicho estava decidido a quedarse encima mio.
Agarré un bastón que había cerca, aunque primero tuve que tirar el cubo donde estaba, junto con otros. Probé con él para tirar el mòvil del mostrador y poder cogerlo, pero hasta que no encontré un bastón suficientemente largo, pasó un buen rato. Cuando al fin lo tiré, el aparato fue a parar justo al lado de mi cabeza, fui a recogerlo pero me di cuenta de que la pata del oso no me permitia subir el brazo totalmente, así que hice uso de mi talento de fútbolista (vamos, ninguno) chocando la cabeza contra él para poder empujarlo hacia abajo. "Y todo esto lo estoy haciendo tumbada en el suelo, si es que si esto lo viera una gimnasta me llamaría maestra" pensé, intentando buscar lo divertido al asunto. Cuando al fin tuve el móvil en mi mano estuve pensando en llamar a mi madre aunque reaccioné "Sara, que tu madre esta en España, tonta"- Me dije a mi misma.
Marqué el teléfono de Celia, mas le valia contestar o tendría que llamar a la policía y hacer el ridículo.

POV: Celia

Lucas y yo volvimos a la tienda de discos tras gastarnos un dineral en aquel restaurante. Tendríamos que trabajar duro para recuperarlo.
Como casi nadie entraba en la tienda a esa hora, acabamos hablando sobre los defectos y cualidades de cada uno.
- Defectos... Que eres una patosa- dijo riendo- Cualidades... Que eres tú.
Sonrisa tonta por mi parte. Acabé girándome, porque la sensación de que me dijeran algo así era como el fangirleo. Lo sé, no es tanto, pero yo siempre había sido la invisible de la clase y nunca me había gustado nadie.
Aunque tampoco sabía si Lucas me gustaba, supongo que sí, pero era extraño.
- Pues tú... Defectos: Que siempre me das las tareas más aburridas- repliqué- Cualidades: Que eres un loco y me haces sentir normal
Él se rió.
- Te has dejado una cualidad
- Ah, ¿Cuál?
- Que parezco un actor de cine, según tú- dijo riendo, recordando el día en que lo conocí
- Anda, mira tú, se me ha ocurrido otro defecto
- ¿En serio?
- Sí, que eres un engreído- dije riendo y empujándole
Y entonces llamó Sara, de nuevo.
- ¿Tienes que cojerlo?- me dijo Lucas, sonriendo
- Por desgracia sí, a no ser que quieras ver como mi genial e increíblemente dulce amiga me mata. - dije- ¿Si?

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