miércoles, 6 de junio de 2012

Capítulo 5

POV Celia:

Tenía sueño. Mucho sueño. No había dormido nada en toda la noche pensando en los acontecimientos del día anterior.
Mcfly, Taylor Swift...
Entonces Sara me despertó bruscamente, así que decidí revelarme y seguir durmiendo un poco más.
No insistió y se marchó diciendo, 'Peor para ti'. Cogió el nuevo CD de Simple Plan, Get Your Heart On, y las notas sonaron por el pequeño piso.
Cuando comenzó a sonar 'Freaking me out', me levanté de golpe. Era motivación pura, no podía seguir durmiendo con una canción así.

POV Sara:
Después de intentar levantar a la vaga de mi amiga, encendí el equipo de música, sabiendo perfectamente que con música no se estaría en la cama. Y efectivamente, ahí venia la zombie a la que en ocasiones podría llamar hermana.
-¡Buenos días!- chillé por encima del volumen de la música mientras saltaba de sofá en sofá.
-¡MUF!- me respondió ella mirando por la ventana.
Apagué el reproductor y le tiré un períodico en la cara.
-Mira la antepenúltima página, hay varios puestos de trabajo. - le dije evitando su mirada asesina.
-Veo que ya has subrallado los que te interesan.- contestó ella echándole un vistazo.
-Ajá, algunos están muy bien.
Entonces fui a la nevera y saqué la leche para hacerme un cola-cao, ya que desde siempre había odiado el café. Me preparé el desayuno y a ella también. Nos sentamos en la mesa de la cocina, y estuvimos hablando de trivialidades hasta que ella vio algo que subrayé.
-Sara...- empezó ella.
-¿Ship?-le pregunté con una magdalena entera en la boca.
-¿Se puede saber desde cuando estás interesada en trabajar en una tienda de rarezas?- me dijo mirandome con una cara desorbitada.
Tragué como puede y le contesté:
-Bueno no está mal para empezar, además tengo que acabar algunas cosas de estudios y los horarios que tienen son bastante buenos.
-Bueno vale pero no quiero ni un bicho de tu tienda en mi casa.- dijo devolviéndome el diario.
-Tranquila, a mi tampoco me gustaría tener nada de eso aquí jajaja.

POV: Celia.
Después de aquel desayuno, recorrimos Londres (Sí, a pie) en busca de trabajo. Estaba bien, había más posibilidades que en España y muchas opciones diferentes.
No nos gustaron los típicos trabajos de camarera, así que ignoramos los bares que necesitaban personal.
Encontré una pequeña tienda preciosa, de estilo clásico y llena de flores y tonos pastel que me cautivó. El ambiente era increíble, parecía un palacio en miniatura, la típica casita de muñecas.
Allí vendían muffins, café, té, galletas caseras y demás, y necesitaban trabajadores.
Hablé con la encargada y me dijo que podría conseguirme una entrevista, pero decidí seguir buscando otros empleos, por si alguno me parecía mejor.
Sara empezaba a quejarse porque no íbamos a la tienda de rarezas cuando vi una tienda de discos.
Era preciosa. Un sueño.
Al entrar, me llamó la atención la discografía completa de The Beatles en vinilos, perfectamente ordenada en un rincón. No me atreví a tocarlo. Parecía tan delicado, un tesoro, lo que siempre quise...
Además, también habían discos de mis artistas favoritos, pósters de singles pegados en las paredes y un rincón de pared especial, donde pegaban entradas de los conciertos más increíbles de la historia.
En aquella tienda estaban los más grandes.
- Celia, no hay ningún cartel donde ponga que necesitan a alguien- observó Sara
La mirada asesina que lancé en ese momento, podría describirse como 'No me molestes, estoy en el paraíso'.
Sara miró a su alrededor y comprendió mi trance. Era perfecto. Avanzó por la tienda acariciando cada disco y cada vinilo.
- Celia, mira. Simple Plan, Mcfly, Taylor Swift, The Beatles...- Dijo, como si no lo hubiera visto
- Bon Jovi, Blink 182, Sum 41... ¡La banda sonora de Los Juegos Del Hambre!
- ¿Buscáis algo?- dijo el dependiente acercándose divertido a nosotras
Yo apenas lo miré. Más bien, no lo miré en absoluto, estaba ocupada sosteniendo en mis manos un disco de Oasis, cual reliquia.
- Em... No. Bueno, sí. O no. Quiero decir... ¡Esto es perfecto! ¿Necesitas una trabajadora?- solté, pareciendo una maníaca.
Alcé la vista lentamente mientras comenzaba una nueva canción, que mejoraba todavía más el ambiente en la tienda. Unos veinte segundos de introducción, aproximadamente, y yo ya sabía el título.
- We Weren't Born To Follow, de Bon Jovi- dije sonriendo
- Efectivamente.
El dependiente era bastante joven, tendría unos años más que nosotras.
Era increíblemente perfecto: Sus ojos azules, su pelo dorado ligeramente despeinado y rebelde, su sonrisa cálida y... Sus magníficos gustos musicales.
- Sara, es guapísimo- dije en español, para que él no supiera que decía
- ¿Si, verdad? Parece un actor- contestó ella- Pero deja de mirarle a los ojos, pareces loca
- Es que son muy... Azules
Sara soltó una ironía y reí.
El dependiente me tendió la mano, presentándose.
- *Lucas Delos
- Yo soy Celia y ella Sara- dije volviendo al inglés
- Encantado, ¿De dónde sois? Por curiosidad
- De España. Ganamos el mundial, por si no lo sabías- presumí
- Si, lo sé, perdí la porra familiar esa noche.
Sara dio media vuelta y siguió mirando vinilos. Sabía que pasaba del fútbol.
- ¿Apostaste por Holanda?- Dije indignada
- No, no, aposté un España 2, Holanda 0
Sonreí, porque yo aposté lo mismo aquella noche.
Lucas tenía una sonrisa juguetona en su rostro, era muy inquietante. ¿Porque se reía?
-¿Un londinense que apuesta por España? Me caes bien- dije sonriendo, pero todavía intrigada
- ¿Quién ha dicho londinense?
Por primera vez me fijé en su manera de hablar, yo no era buena con los acentos, nada buena. No hablaba como un londinense ni de lejos, por eso me había sido tan fácil entenderlo, hablaba como... Como un español.
Sara se acercó lentamente, porque había descubierto lo que yo acababa de entender.
La canción terminó y la lista de reproducción avanzó un poco. Ahora sonaba 'Enchanted' de Taylor Swift.
- Mierda...- susurré
- Soy español- dijo finalmente
Creo que en ese momento parecía una tonta, con las mejillas rosadas y mirando a mi amiga buscando apoyo. Sí, me moría de vergüenza. Porque había entendido nuestra conversación de antes perfectamente.
- Eh, no pasa nada, me llaman guapo a menudo- dijo riendo y moviéndose el pelo como una estrella de cine
Supongo que eso hizo que volviera a estar cómoda y que viera todo aquello como una broma.
- Y sí, puedes trabajar aquí si quieres, siempre es bueno hablar con españoles en esta gran ciudad.
Sonreí mientras Sara me alejaba de la tienda carraspeando y diciendo que ella también quería su trabajo soñado.
- ¡Vamos ya a la tienda de rarezas!- dijo de forma infantil
Me arrastró hasta la puerta y apenas tuve tiempo de despedirme, solo lo vi sonreír.
- ¡Ven mañana a las ocho para empezar a trabajar!- chilló él
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*El nombre de Lucas Delos esta sacado de un libro que tanto como Celia y yo (Sara) adoramos, así que cualquier parecido con la realidad es ficticio.

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