domingo, 24 de junio de 2012

Capitulo 9


POV Sara:

Mientras estaba debajo de aquel animal, mi amiga se dignó a contestar a mi llamada de teléfono.
-¿Si? - contestó ella con un tono exasperado.
-Celia, corre. ¡Ven a la tienda! llevo tres cuartos de hora bajo el oso disecado.-le grité por el intercomunicador.
-¿Qué? -dijo evidentemente extrañada.
-Aix-protesté con frustación.- Se me ha caído el oso disecado de la tienda encima, ¿¡Podrías venir a ayudarme a quitármelo DE ENCIMA!?
- De acuerdo, voy hacía allí, no te muevas- me contestó.
-¡Eso es lo que quiero yo, moverme!-le grité antes de que cortase la llamada. Retiré el mòvil de mi oído y estiré el brazo, esperando la ayuda que me salvaría de ese calvario.

POV Celia:

Colgué el telefono y lo metí el bolsillo, Lucas me miró preocupado.
- ¿Pasa algo?- preguntó
- Ah, no, nada... A mi amiga se le ha caído un oso encima, nada fuera de lo común.
Él no captó mi ironía y me miró extrañado.
Convencí a Lucas para que me acompañara a la tienda de rarezas, aunque no le hiciera mucha gracia. No podía culparlo, era un sitio un tanto peculiar.
Conseguimos que un taxista reparara en nosotros y llegamos pronto a la tienda. Aún así, no fue el mejor viaje del mundo, ya que nos cobraron más de lo que podíamos pagar (nos gastamos todo el dinero en aquel restaurante) y nos pasamos todo el camino discutiendo. Al final, tuvo que pagar Lucas.
Se sorprendió bastante al entrar, como yo la primera vez que vi el lugar. Una nube de polvo nos envolvíó la cara y tosimos telarañas.

Vimos a Sara tirada en el suelo con un oso encima. Comencé a reír. 
Sara comenzó a chillar que me diese prisa, se retorcía y me mandaba miradas asesinas.
Me acerqué a ella e intenté levantar el oso como pude, pero pesaba mucho.
Tuve que retirarme cuando mi jefe me ofreció ayuda. 
Sara seguía quejándose como una loca porque el animal disecado la estaba aplastando.
Al final, entre los dos, conseguimos liberar a mi amiga, pero al apoyar de nuevo al animal en el suelo, la pata del oso hizo caer un bote de lenguas en vinagre encima de Lucas.
Me cubrí la boca con las manos porque la imagen de Lucas con lenguas por el pelo y la camisa me hacía reír. Sara se levantó, se quejó del estropicio que habia montado Lucas y decidió llevárselo a la trastienda y ayudarlo a limpiarse.
.Antes de desaparecer por detras de la cortina, sacó la cabeza y dijo:
- ¡Es hora de abrir Celia, ocúpate de los clientes si vienen!- me chilló
Creo que solamente ayudó a Lucas para ahorrarse unos minutos de trabajo. Típico.
De todas formas, no mucha gente pasaba por allí, así que esperaba no tener que aconsejar a locos, porque no se me daba bien...

POV Sara:

Después de levantarme y llevarme a Lucas para ayudarlo a quitarse las lenguas, me dediqué a buscar un líquido especial para esa clase de mancha. Aunque claro, nadie que haya trabajado allí habría deseado que le pasará lo que a Lucas. Después de encontrarlo, me fijé en que haría falta meter toda la camiseta en un cubo con agua con la sustancia que contenía el bote de mi mano, así que le solté tal cual:
- Quítate la camiseta.
Me miró con los ojos desorbitados."Creo que le he asustado" pensé, "Pues claro que le has asustado bestia, ¿a quién se le ocurre decir algo así de sopetón?" me reprimió mi conciencia. Así que me reí y especifiqué.
-Quítate la camiseta para meterla en un cubo con agua, memo.
-Ah, de acuerdo, claro.- dijo él mirando por todas partes, hasta que me miró a mi - emmm... si, m-me vo-voy a quitar l-l-la ca-camista y bu-bueno yooo.....
Entonces lo comprendí todo, no me sentí estúpida, si no extrañada. ¿Qué tendrían los hombres en la parte de arriba que no haya visto nadie? Si en la playa van sin camiseta, aún así dije:
-Ah claro perdona, no pensé que fueras tan tímido-contesté- voy a ver si Jack tiene alguna camiseta suya por ahí.
Lo dejé cambiándose, y fui a remenar por allí, entonces escuché el típico chirrillido de la puerta de la tienda y la típica tosida de telerañas. Seguramente habría entrado alguien, así que dejé que Celia se "divirtiera" un poco. Cogí una camiseta de los ZZTop que seguramente debería de ser de uno de los antiguos conciertos, cuando seguramente mi padre y Jack los seguían como locos. Me la puse encima del hombro y me fuí a fisgonear por la cortina de la trastienda a ver a quién estaba atendiendo mi amiga. Nada más sacar un poco la cabeza, ví a un chico de unos cuantos años mayor que yo, su pelo teñido de rubio sobre castaño y su flequillo sobre su frente era lo único que necesité ver para poder saber quién era. Dougie Poynter de Mcfly acababa de entrar a la tienda y yo, como una tonta, dejando que mi amiga lo atendiera. Aunque sabía que Dougie, era la persona a la que Celia más admiraba del grupo, me daba muchísíma rabia que por saltarme un poco de horas de trabajo no pudiera atenderlo. "Eso te pasa por vaga, nunca aprendes, aunque vamos a ver que hace la listilla de mi amiga" pensé riéndome por lo bajillo. Ví que ella tardó un poco en reaccionar, pero jamás me arrepentí de haberla dejado con él, se la veía entusiasmada. 

-Ho-Hola, buenas tardes.-dijo hablando en español.
Me dí un palmada en la frente "Ay madre..." pensé.
- Perdón, buenas tardes.-volvíó a comenzar esta vez en inglés.
Dougie se río un poco, comprendiendo el nerviosismo de la chica y le contestó:
-Buenas, venía para saber si tendrías objetos para regalo.-dijo el chico con una sonrisa.
-Supongo, digo... Seguramente tendremos algunos en el... almacén, pero podría decirme más o menos ¿de qué clase de regalo se trata?
-Pues verá, es para un regalo de compromiso.-contestó derritiendo a mi amiga con la mirada. En ese preciso instante pensé en Harry, hacía poco se había comprometido con su novia Izzy. Ví que Celia venía hacia mí así que me fuí corriendo hacía donde estaba Lucas. Al verlo todavía con lenguas y camiseta en mano, hice un 'sprint'. Cogí un cubo, vertí agua y la sustancia en ella, le arranqué la camiseta de las manos y la metí dentro. Seguidamente le ordené que metiese las lenguas dentro de un bote que había por allí, cuando lo hizo le lancé la camiseta limpia y un trozo de trapo viejo que atrapé de una estantería.
-Toma, sécate con esto y te pones la camiseta y ni se te ocurra salir de aquí hasta que yo te lo diga ¿de acuerdo?- dije a la velocidad de una bala.
-Ok- me respondío estupefacto.
-Bien, cuando acabes frota un poco tu camiseta en ese cubo y la tiendes en los alambres que hay al lado de las patas de gallo.-Y dicho esto me fuí hacia donde oía a mi amiga llamarme. Solo escuché decir "¡¿Patas de qué?!" a Lucas antes de irme.

1 comentario:

  1. Porfa pon ya el capítulo 10 que me encanta y me hace reir mucho jajajaja

    ResponderEliminar